lunes, 9 de marzo de 2020

No Creo en nada.



Ya no creo en nada. 

Resultado de imagen de prohibidoDespués de 21 de noviembre del 2019, muchas cosas cambiaron en mi vida debo admitirlo,  hoy en día no creo en las noticias y menos en los generadores de  las mismas, la política es algo que al igual que los equipos de fútbol y las religiones, cautivan y dominan a un grupo de personas que son capaces de rasgarse las vestiduras por ese color o pensamiento con el cuál se identifican. Es entristecedor ver como este hermoso país esta gobernado por una sola persona y partido; que para nadie es un secreto, está detrás del actual gran mandatario gordito que tenemos, todas las pruebas que hay en su contra, pero tiene tan bien su monopolio que nadie le puede descubrir y menos hacer algo en su contra. Hoy en día no sé cómo esta persona puede dormir con “tranquilidad” en su casa, claro está sin saber si tiene esta “Tranquilidad”

Pero bueno les estaba contando que no creo en nada, que se van a meter los marcianos… Quiero verlos a ver en ¿Dónde es que están? Quiero verlos de frente y si se puede hablar con ellos, ver si son de verdad y dejar de comer tanta mierda que nos venden las grandes empresas de información que tienen intereses personales para los grandes emporios que son sus jefes. Hoy en día tienen consumidos en un mar de incertidumbre a las personas que no saben ni que hacer. El trabajo por horas es una herramienta que no han sabido explicar, la norma injusta de los automóviles, que beneficia a unos pocos, dueños del monopolio de los concesionarios que ¿adivinen quiénes son?
Ahora el Corona Virus, un virus que tiene jodido a medio mundo y llega a Colombia en medio de una investigación por compra de votos al innombrable al igual que el carro bomba que dejaron meter a la escuela de la Policía, aquí son capaces de matar a unos cuantos para decir que si es verdad el corona virus y centrar la atención en los enfermos y desviar la atención de lo primordial o la investigacion en proceso.

Dejé de creer en las instituciones y en nuestros honorables gobernantes, las instituciones que estaban para protegernos, nos están matando, un pais prioductor de petroleo y ¿con el combustible tan caro? falta que ahora nos encarezcan el Café, pero no creo por que aquí nos venden el bagazo, ripio la cascarilla saborizada, impuestos por la nubes, todo más caro para el mediano y pequeño empresario y aparte de todo un organismo que vigila todo lo que hace la persona de bien,si se paso un semáforo en rojo, que si tiene la técnico mecánica, pero el malo ese que mata, roba y jopde a la sociedad, para ese no hay organismo de justicia.  

Hoy en día creo en mi y en mi producto, en el de mis amigos con los que nos hemos sentado a soñar en hacer empresa y que le he dado su like en Face cuando me ha llegado la solicitud, al que le compro sus productos sin pedir rebaja y le pago completo,  creo en cada colombiano que tiene algo nuevo que ofertar y vender, creo en mi Dios  y el Santo Rosario, creo en las lecciones que me dan mis hijos con cada travesura que hacen o anecdota que me cuentan, creo en hacer el bien a las personas que me rodean a diario, sonreir a la vida y dar gracias, asi de sencillo, Dar gracias por que de todas las cosas simpre hay algo nuevo que aprender y por eso se debe agradecer. 

No creo en la competencia, que si fulanito tiene tanto trabajo, para mi es por que se ha levantado a trabajar por ese sueño durante un largo tiempo y que si ahora es solvente es por algo. la compentencia mia soy yo y nadie más si no me levanto a buscar la oportunidad entonces que es lo que voy a recriminarme mañana. 

Si me pregunta por el corona virus, le responderé que para mi no existe, No he visto la primera persona, al igual que no vi a nadie que se fuera a meter a mi casa el 21 de Nov,  y si llega aqui lo recibiré como se reciben las visitas cuando están enfermas con un güaro y mucho limón para que se mejore rapiditico.          


Trabaje, sea ético en lo suyo, mire sus debilidades y fortalezcalas, deje el ego y sea uno con la empresa o persona a la que le va a vender un servicio.